sábado, 7 de noviembre de 2015

Origen del nombre e historia

Las maras siempre son noticia. Dentro y fuera de los países donde surgieron y circulan. Y cobran espectacularidad donde quiera que estén o donde se tema que puedan aparecer. Desde Guatemala, El Salvador, México, Costa Rica o hasta el sur de Estados Unidos se constata la presencia violenta y los cuerpos tatuados de los miembros de las bandas más violentas que se han conocido con tanta identidad de las últimas décadas. Esos emblemas dibujados en su piel son los que los identifican y los que tanto golpean y rebotan en las lentes fotógraficas y en las cámaras de los documentalistas. Y esas imágenes poderosas ahora llegan del otro lado del océano. Las últimas noticias desde España avisan que hubo enfrentamientos entre integrantes de diferentes grupos maras como la MS13 –conocida como “Salvatrucha”– y la Pandilla 18 –también identificada como Calle 18 o M18.






Una de las agrupaciones más grandes en términos numéricos es la Mara Salvatrucha (MS-13). Se supone que no posee un único líder sino que se organiza en pequeños grupos o subgrupos determinados por su ubicación geográfica o territorial, denominadas cómo clicas . En Latinoamérica se cree que reúne a más de 70.000 miembros. Muchos de ellos han entrado en contacto con el temible cartel de Sinaloa que los contrata para su guerra narco contra el cartel de los Zetas.

La palabra mara proviene de “marabunta”, grupo de hormigas que arrasan con lo que encuentran a su paso. La palabra “trucha” es un adjetivo que designa a aquel que es listo, espabilado y/o astuto, que unido a Salva de El Salvador termina de formar el nombre de esta temible agrupación: La MS-13 mara salvatrucha.

Estas pandillas o bandas surgieron en ciudades de Estados Unidos, básicamente en Los Angeles. Eran grupos formados por jóvenes latinoaméricanos que provenían de los grandes movimientos migratorios del siglo pasado. Muchos de ellos, delincuentes de distintos rubros y categorías, fueron deportados a sus países de origen y así dieron nacimiento a las “maras” latinoamericanas.



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